UN PASEO POR LA HISTORIA: LA ILUMINACIÓN DEL BERNABÉU

Ahora que estamos en pleno proceso de transformación del Santiago Bernabéu y con el desmontaje pieza a pieza de la cubierta, elemento histórico y singular, queremos darle luz nunca mejor dicho al Santiago Bernabéu.
Tras una laboriosa y costosa ejecución de la obra, el proyecto elegido por la Junta Directiva del Madrid de Don Santiago Bernabéu tras un concurso de ideas, inauguró en 1947 su obra magna, no tuvo iluminación artificial hasta el año 1957 cuando se generalizó en Europa la celebración de partidos nocturnos. Don Santiago Bernabéu decidió completar las instalaciones del estadio con una instalación eficiente de alumbrado integral.
Las condiciones climatológicas de los meses de calor justificaban la celebración de los partidos después de la puesta de sol, adquiriendo una mayor espectacularidad de la disputa de los mismos. La desaparición de los contrates entre zonas de sol y sombra, las ventajas para el público de que pudieran celebrarse los partidos en días laborables una vez finalizada las jornadas laborables hacían de la iluminación del estadio una necesidad a la que el Santiago Bernabéu llegaba a rebufo de otros estadios continentales.
A la hora de diseñar el sistema de iluminación del Santiago Bernabéu era primordial adecuar la intensidad luminosa correcta del nivel mínimo de iluminación del terreno de juego para garantizar un perfecto desarrollo del juego y además implementar la iluminación adecuada de los graderíos, galerías, escaleras y vomitorios de acceso al campo.
Después de un estudio pormenorizado de las instalaciones de iluminación que daban servicio en otros estadios de Europa y América se fijaron los siguientes niveles de iluminación:
Terreno de juego: 350·lux ó·700 lux, en horizontal, encendiendo la mitad o la totalidad de los reflectores destinados a la iluminación del campo.
Graderío escaleras y galerías: Supuesta apagada la iluminación del campo de juego, se fijó un nivel medio de iluminación en horizontal, sobre el suelo, de 25 lux.

Fachadas y accesos: En las fachadas, cuya iluminación tiene SO· lamente carácter ornamental, se fijó un nivel medio de 50 lux; y en los accesos, medido al nivel del suelo y en horizontal, de 20 lux.
Con esos niveles de iluminación se lograba atender las necesidades en cuanto al desarrollo del juego y a las facilidades de acceso y circulación del público que por aquellos entonces congregaba a más de cien mil personas por partido.
Se dedicó especial cuidado a la elección del tipo de luz más apropiado para las distintas zonas a iluminar. Se eligieron luces de incandescencia para el campo de juego y luz de vapor de mercurio corregido para el resto de las iluminaciones. La iluminación de incandescencia era la más apropiada en aquellos momentos para la iluminación del terreno de juego, por su mayor rapidez para su puesta en servicio.
480 reflectores de 1.500 vatios de potencia cada uno sobre un total de 720.000 vatios se disponían en dos filas horizontales sobre la estructura de hormigón en cada uno de los laterales del estadio iluminando siempre el campo de juego en sentido transversal para evitar deslumbramiento durante los partidos. Además de los 480 reflectores de gran potencia se instalaron 198 puntos de luz de 250 vatios en los graderíos con una potencia total de 49.000 vatios, 736 portalámparas de 75 vatios con una potencia total de 55.200 vatios, 77 armaduras y 61 reflectores para la iluminación de accesos y fachadas con una potencia total de 50.000 vatios. En conjunto, se instalaron 875.000 vatios para el total de la iluminación, cifra que era record para instalaciones deportivas de este tipo.
En aquella época debieron pesar aquello de a grandes males grades remedios. ¿Qué ocurriría en caso de avería y caída eventual del servicio eléctrico? Se dispusieron sendas acometidas contratadas con las dos compañías eléctricas distribuidoras de Madrid en aquella época, disponiendo cada una de las tomas distintas. El 50% de los reflectores estaban conectados a una compañía y el otro 50% a la otra.

El primer partido nocturno de su historia se celebró el 18 de mayo de 1957, día que se inauguró la iluminación eléctrica. Dicho encuentro enfrentó al club blanco frente al Sport Club do Recife brasileño (5-3).

Fuentes: Julio Hernández Rubio (ingeniero de caminos) José l. Cabrera (ingeniero de minas); Consejo Superior de Investigaciones Científicas. COAM